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Dic

«Aquello que fuimos»


Por Verónica Molas.

Las esculturas de METAL ARTE Encuentro Virtual de Escultores Metalúrgicos revelan en sus formas un desafío vital y artístico en condiciones de producción excepcionales. A partir de composiciones sensibles, ponen en evidencia que es posible forjar nuevas realidades. Los ocho autores de METAL ARTE lo pusieron a prueba a partir de materiales reciclados y rezagos industriales.

Supervivencia, entereza, protección, o el enfrentamiento a lo adverso: la idea de resiliencia fue consigna, revelación o punto de partida en METAL ARTE. Sin embargo, la forma artística siempre logra desligarse del mandato consciente de su hacedor. Y ofrecer finalmente su propio sentido. En METAL ARTE prevaleció la figura del círculo en distintas resoluciones estéticas. Una forma que remite al cerco, a reunir (¿al retorno?). Lo curvo, los movimientos ondulatorios sobresalen en estas ocho propuestas escultóricas.

Para Elia Bisaro, Silvia Carballo, Leonardo Giordano, Ramiro Palacio, Ricardo Ricapito, César Rizzi, Roxana Serra y Roxana Viotto, las particulares cualidades de su práctica artística en relación al metal potencian su sentido en el contexto actual: ligar ha sido clave en las tareas de soldadura, de unión de las partes, y diseño a partir de lo dado. Esas condiciones dieron nacimiento a obras de intensa producción que requiere la materia y sus propiedades físicas, dúctiles y maleables, a las que sometieron exitosamente su accionar con herramientas, y cada uno trabajando y trasmitiendo en las redes sociales desde el taller propio (¡entrañables espacios!), una característica singular de esta edición de METAL ARTE.

Cada hacedor domina las fuerzas de la naturaleza para generar la forma artística. A propósito, en el libro El agua y el trueno. Ensayos sobre arte, naturaleza y filosofía, Esteban Ierardo describe los fuegos interiores del artista como “vientos íntimos de inspiración”, voces y visiones que lo invaden en uno de los círculos de creación que este ensayista argentino relaciona a los procesos íntimos de la naturaleza:  

“… el artista ordena la exuberancia y elige una forma serena para expresar la obra … que deviene entonces una red de líneas ya aquietadas, aún a pesar de su turbulenta génesis inspirada”.

En un contexto nunca imaginado, el nuevo escenario de producción fue para METAL ARTE una verdadera prueba de fuego de la que todos han salido airosos. Con el espíritu y la apuesta de volver a ser “aquello que fuimos”, aunque ahora, claramente transformados.

Cuando pase el temblor, obra de Elia Bisaro, remite a los escombros. Una dispersión de fragmentos disímiles que en el trabajo escultórico deviene contrapunto de texturas entre lisas, ásperas, agujereadas. Un amasijo contenido en un volumen riguroso a la vez abrazado por la figura alada que toma algo del lenguaje visual que pone de relieve lo compactado. Lo excelso que se origina de lo diverso y lo supera (de los pedacitos de mí, como dice Elia).

En su obra Fuerza Infinita, Silvia Carballo proponeun mural escultórico de fisonomía orgánica gracias a las texturas y relieves que dispone en distintos niveles, como si un viento pasara por allí. Los surcos dejan ver una suerte de lucha entre las formas sensibles recortadas utilizando chapa de hierro. Incisiva, otra trama de metal nace del interior de la pieza. La idea de crecimiento motivó a la artista. Su obra evidencia esa mutación propia del desarrollo.

De extrema síntesis es la obra Esperanza de Leonardo Giordano. La sutileza de la forma escultórica (después de un arduo sometimiento de la materia), traza una línea en el espacio a partir de una órbita elíptica que alude al movimiento cinético de la Tierra. Como una cinta o un lazo, abre una posibilidad al sonido, una dimensión que al ser accionada al tocar la cuerda produce un encuentro de sensaciones esperanzadoras en armonía.

Partes en pasado y presente, obra de Ramiro Palacio,propicia undelicado diálogo de formas diseñadas a partir de chapas de hierro soldadas. Aunque producto de un fino encastre, pareciera tratarse de una forma espontánea, un armado que desde el vacío que persiste en su interior ondea cada una de sus zonas de la escultura de una manera que les es aparentemente natural, cuando todo este trabajo ha sido largamente premeditado.

En Persevera, obra de Ricardo Ricapito, los brazos en alto de la figura humana se alargan, imploran al cielo. Versión actual de las esculturas suplicantes de todos los tiempos, el personaje altivo, fortalecido, es como un guerrero de una época de incertidumbre. Forjado en chapa batida, a pesar de su efigie de llenos y vacíos, un volumen lo hace fuerte como un árbol desde su base, y simboliza una actitud que persevera. Un llamado a resistir.

César Rizzi construyó centímetro a centímetro su Perseverancia. Cubrió una estructura circular con una coraza segura a la manera de “piel”, llevándola a un círculo incompleto de solidez y costuras precisas, mediante una cuidadosa atención en las uniones de cada retazo de chapa soldado. A la vez, la figura alude a la ausencia, pérdida, o una manera de ganar tensión formal de la composición cuyo exterior delata el paso del tiempo, en la evidente variedad de oxidación de los recortes de distintos espesores y antigüedades.

Como salida en plena noche, Luna resiliente de Roxana Serra trama lo escultórico entre el vacío y la luz. El cuerpo celeste de la Tierra ejerce su inspiración como ausencia de la materia que permite el paso de la luz. La artista parte de una materia pesada, retorcida y oscura pero imprescindible para contener la figura, limpia, etérea y traslúcida de la Luna. El perfil matérico condensa fragmentos conectados entre sí. Otra vez la idea es reunir lo disperso, contener a través de lo circular, móvil y cambiante, lo que no es uniforme.

En Volver a surgir, Roxana Viotto estiliza una forma compuesta por planos que ondulan como hojas. Son tres capas que se alinean, y una cuarta se desplaza expandiendo, ensanchando el contorno de la obra; una forma saliente que contiene detalles, grafismos ejercidos por el trabajo con el fuego sobre la superficie de la materia, rasgos, líneas, texturas. La artista diseña las formas en relación al comportamiento vegetal. En su proceso ha escrito “renacer”, y esa pieza se elevó con fuerza como una planta de la tierra.